Lo que se suponía que sería un lugar de encuentro entre pequeños locales, grandes comercios y el público ha sido más bien una relación entre los proveedores de tiendas, que poco podían ofrecer, con la gente que acudió.
Había algunos puestos bonitos, con tartas y cupcakes elaborados que dejaban impresionados a todo el que pasaba. Tartas ganadoras de premios, cupcakes de halloween, pastitas con mil y una formas diferentes.
Estos puestecitos sí merecían la pena y es una de las pocas razones por las que ir no resultó una perdida de tiempo.
Algunos locales eran tiendas con cosas bastante bonitas de menaje, eso sí, no al alcance de todos los bolsillos.
Lo que más se podía encontrar eran tiendecitas de todo tipo de material para repostería, pero casi todas, con el mismo proveedor.
Ibas de una a otra encontrando prácticamente los mismos materiales, el mismo fondant y relleno o los mismos aromas.
Pocos eran originales, aunque destacan algunos que vendían plantillas para decorar o sus propias galletas o moldes.
Un puesto que llama la atención es uno en el te explican como usar las coberturas de sabores.
Probar una especie de mantequilla solida, con la textura del chocolate y con sabores de lo mas variados: mora, tarta de queso, capuccino, limón, naranja, frutos del bosque... y con colores muy extravagantes como el de cereza.
Obviamente lo encuentras en algunos locales cercanos a un precio no excesivo.
Sin duda lo mejor son las tartas y las elaboraciones artesanas. Puedes ver maravillosas creaciones de fondant.
Algunas pequeñas pero elaboradas, otras con temática de halloween muy trabajada y otros en grandes proporciones como es el caso de una tarta de un metro de alto emulando la película Enredados.
Había otro puesto que llama la atención, sobre todo a quienes adoran las películas Disney. Muchas tartas imitando escenas como la e la mala de La Sirenita o la bruja de Blancanieves.
En este tiempo de crisis, con ese dinero se pueden hacer muchas cosas mucho más gratificantes y necesarias y, si se quiere aprender fondant solo hay que ver los blogs o vídeos de tutoriales que están por este mundo infinito que es la red.
Ahora bien, los locales pequeños también ofrecían sus cursos. No allí obviamente, pero sí te daban algún descuento por cogerlo desde la feria.
Además tenías los típicos puestos en los que te vendían la Kitchen Aid o la Thermomix y que te prometían una lista de beneficios si lo pagabas en el momento.
Se notó que estamos sin un duro, porque todo el mundo los sorteaba como si solo con acercarnos nos fueran a cobrar algo.
Quizás una de las cosas buenas que tenía la feria eran las mini recetas que realizaban en directo algunas reposteras importantes. Eso sí, eso recreaba a la película de 300.
Solo habia unas 30 sillas para una feria llena de personas. Y no solo era por sentarse, sino que solo a esos privilegiados les ofrecían a probar las recetas.
Creo que las personas con silla llevaban su propio pañal y su tuper con la comida para estar todo el día ahí sentado y no tener que levantarse, que si no alguien corre a su sitio y... quien fue a Sevilla... perdió su silla.
La verdad que es una feria que deja un poco que desear, con muy pocos puestos y con no mucho que ofrecer.
No se si con la crisis no pueden permitirse un stand, que hay muchas ferias y no pueden acudir a todas, o es que el precio de exponer es tan desorbitado que solo proveedores y tiendas conocidas pueden permitirse el lujo de aparecer.
Pero desde luego que si el próximo año no mejora, mejor desplazarse a otra, porque la de Madrid no merece la pena.
Interesante entrada Aranzazu, este tipo de ferias realmente no son para el público en general, no conozco esta en concreto pero si he asistido a otras, como la SIMO de informática y pasa un poco igual. En esas ferias se busca sobre todo hacer negocios y el gran público aporta mucha publicidad pero las ferias no se hacen destinadas al ciudadano de a pie, sino a captar clientes, que suelen ser otras empresas. En el IFEMA de Madrid un stand cuesta mucho dinero, lo se porque un familiar mio expone todos los años en una feria y a duras penas le sale rentable. Un beso.
ResponderEliminarsi si creo que las tiendecitas como digo si que se lo curran pero... realmente la mayoría era para captar a tiendas no para vender... y había muy pocos stands para pagar 6 euros.. no merecía la pena... supongo que es demasiado caro poner un stand ahí pero la propia organización debería bajar los precios para que mas gente pueda exponer sus creaciones o sus pequeñas tiendecitas
ResponderEliminarTe doy toda la razon, yo estuve le sabado y la verdad no era lo que me esperaba, ya estuve en la feria del Eurobuilding y la verdad la entrada es mas barata, eh incluso tiene mas cosas y mas puestos y los cursos o demostraciones son gratis, no los talleres, me parecio una fería pobre, donde todo el mundo iba a sacarte los cuartos, besos
ResponderEliminarSofía
Creo que al principio las ferias no solo de reposteria pero tambien artesanias y moda eran bastante buenas para ir a encontrar nuevos talentos y de pasada comprar cosas orginales que no verias en ningun otro lugar. Pero mientras mas populares se hicieron, los organizadores empezaron a subir los precios para exhibir y tambien para entrar. Ahora como mencionas, solo compañias grandes pueden darse el lujo de exponer sus productos y muchas de ellas se enfocan mas en la venta al mayoreo dejando a un lado la originalidad y creatividad.
ResponderEliminarYo no estoy de acuerdo con que cobren a los visitantes, es malo tanto para el que visita como para el que exhibe. Cada vez menos gente quiere asistir a estos eventos, mejor buscas tutoriales en pinterest o compras hecho a mano en etsy, al final es lo mismo y gratis.
Las fotos son bellas tengo que aceptar, muchos diseños estan geniales. Excelente post, Elba
Muy buena entrada y lástima de Feria, ya que podría haber sido un poco más cercana a los entusiastas de las elaboraciones caseras.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias por el post, lo has explicado de maravilla. La feria del año pasado en Barcelona fue todo un éxito incluso hubo gente que tuvo que esperar cerca de dos horas para entrar. Evidentemente el certamen estuvo muy mal organizado pero "a tope" de gente. Este año si puedo iré y ya te cuento.
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